Anibal

Anibal.
Esta es una anécdota que me extraña sobremanera no haberla posteado antes porque siempre estuvo muy presente en mi vida, podría decirse que es muy difícil de olvidar.
Corrían los 90´s bah... era el año 90 y yo formaba parte de la barra de “Bucanero”, un boliche de la época al que íbamos sin falta los viernes y los sábados, yo tenía 17 años al igual que los 15 que formábamos la barra (año mas o año menos, persona más, persona menos).
La mayor parte de la barra éramos amigos del club y algunos eran amigos de amigos, etc, y es en esta última categoría que entraba el protagonista de la historia.
Aníbal o “el enano” como le llamábamos de cariño.... bah.. no era de cariño porque a el le caía como el culo pero no podíamos ponerle otro apodo a un tipo que medía 1,40.
Si... como lo oyen.... o lo leen.... o lo que sea.... el tipo medía un metro cuarenta.... le había pegado en el palo al enanismo decíamos porque no tenía los rasgos clásicos de los enanos.... ¿vieron que tienen las manitos y la cabeza como diferentes?, Anibal no, el era normal pero en miniatura.
Era el alma de la fiesta.... porque pasábamos horas poniéndole apodos tipo “tarzán de maceta o patovica de pelotero”, etc
La verdad que a él le rompía soberanamente las pelotas pero nosotros nos divertíamos como locos, eso si.... que no lo toquen al enano porque saltábamos como una jauría de salvajes.
Una noche de tantas después de la ronda de misiles del ingreso.... (misil: trago que tomábamos fondo blanco apenas llegábamos y que constaba de un tercio de vodka, un tercio de ginebra y un tercio de Whiskie del más barato) salimos como de costumbre a la búsqueda de féminas que satisfagan nuestros más bajos instintos, cosa que en esa época no pasaba casi nunca.... bah... ahora tampoco pero.... bueno... salimos a encarar.
Para sorpresa y porque no decirlo beneplácito de la barra, el primero en salir a bailar fué justamente Aníbal (nunca lo habíamos visto bailar hasta el momento), el señorito había conseguido una chica que mediría no mas de cinco centímetros más que él y que tengo que admitir, era muy bonita.
Aunque todos estábamos ocupados en nuestros propios menesteres no dejábamos de prestar atención a las actividades de la parejita en cuestión y de hacer comentarios al respecto del estilo:
“Ta pa la mesita de luz la peti”
“che bolú es re cortita, si me la garcho le llega al pecho”
“mirá como chamuya elena (apócope de elenanito)”
Pero en definitiva todos estábamos felices de ver a Aníbal tan contento y entusiasmado.
De pronto vemos que un tipo se arrima y comienza a hablarle al oído a la “peti”, graciosamente tanto la chica como Aníbal se encontraban bailando sobre una tarima de unos sesenta cm. que oficiaba de pequeña pista y este tipo estaba abajo de ella lo cual hacía que tuviera que agacharse poco para hablarle a la chica (saque la cuenta del tamaño por ustedes mismos). La señorita en cuestión parecía molesta con la situación y hacía ademanes de que se vaya pero el gigantón insistía.
Comenzaron las señas entre la barra de aviso de peligro y direccionamiento, a los dos minutos los 15 rodeábamos al grandote con intenciones marabuntescas y de protección de nuestro compañero.... solo por si acaso las cosas se salían de control.
De pronto el grandote sujeta a la chica por el brazo y comienza un forcejeo que es interrumpido por un manotazo de Aníbal que hace la la suelte, pude escuchar la frase “se pudrió todo” detrás mío. Al grandote tomó de la remera a Aníbal y antes que pudiéramos hacer nada Aníbal saltó sobre la mole y lo abrazó tanto con las manos como con las piernas, lo reconozco.... nos congelamos en ese momento.
Continuará.