Historias mininas. (el final)

-Yo no terminé. Le dije
-Ya se. Me dijo ella…
-Decile que tomo otra media hora. Le conteste.
Ella me miró con carita de entusiasmada…. Por lo que terminé la frase… Y que me mande a Barbi.
No estaba dispuesto bajo ningún punto de vista a pagar otros 60 mangos para que la pendeja esa se haga la fiesta y me echen a la mierda…. Basta de correr riesgos…
Claudia junto la ropa del piso y salió en bolas… a los dos minutos entro Barbi… Se paró en el marco de la puerta apretando con los brazos esa dos sandías sobredesarrodas que tiene por tetas me miró con cara de nenita inocente haciendo puchero… y dijo:
-¿Qué pasó papito? ¿Te dejaron colgado?
Ahhhhhhhh por fin….. ahora si… pensé.
Golpee con la palma de la mano dos veces el colchón y ya tenía las dos gomas de sombrero…. Eso es profesionalismo…
Mientras me refregaba las tetas por la cara pude escuchar que dijo… ¿Cómo querés que empiece? A lo que contesté: Dale pa delante con la estandar ….
Listo dijo.. ¿Común o salvaje? …. Mirá. Le contesté… tengo una bronca bárbara así que dale con todo el salvajismo…
Fue en ese momento que pude resolver uno de los grandes mitos de la historia…. Ya se por donde le sacaban los órganos los egipcios a los muertos para momificarlos…. Estoy seguro que no era por la nariz….
De ahí en adelante todo fue normal.
¿Cómo me pongo?
¿Qué te hago?
¿Así te gusta papi?
Etc….
Las tetotas que se zarandeaban para todos lados… vuelta carnera para acá… vuelta carnera para allá… chirlos en el culote… lo clásico…
Final feliz como el de los cuentos de hadas….
Relax y puchito en los 5 minutos que sobraron… y a vestirme.
Cuando salgo de la pieza, en el pasillo la cruzo a Claudia….
Pero la escena había cambiado…
Todo era distinto a lo que yo había vivido…
Ya estaba en ropa interior como las otras, maquillada y con dos colitas en el pelo.
Ella iba caminando delante llevando de la mano y casi a la carrera a un flaquito con una cara de asustado que parecía que más que a una pieza iba a un matadero, me miró con una sonrisa de oreja a oreja y pícaramente me guiño un ojo……
Me dí vuelta y le dije a Barbi… mucha cara de tierno el nene…. Esta te lo mata.
Barbi me miró con una media sonrisa y dijo…. Es el entusiasmo de los primeros días.. ya se va a calmar”.
Fin.